
Si hoy miro atrás, solo puedo sentir orgullo de mí misma.
Nunca soñé con un gran trabajo ni con grandes lujos.
Mi sueño siempre fue otro, sencillo pero enorme: crear mi familia.
Y hoy, con mi hija, sé que he conseguido lo que realmente deseaba en mi vida.
A mis 36 años celebro mi camino, mis caídas, mis logros, mi valentía y todo lo que he aprendido. Celebro a la mujer que soy, a la madre que continua intentando mejorar cada día y al amor que me mantiene en pie.
Y hoy también quiero dar las gracias.
A todas las personas que me han acompañado a lo largo de este viaje y que aún siguen aquí, formando parte de mi historia.
A quienes estuvieron solo en algunos capítulos y, por cosas de la vida, ya no están: gracias también por las lecciones y por lo que dejaron en mí.
Gracias a quienes me enseñaron que llorar nunca fue malo, que sentir es parte de vivir.
A quienes me mostraron que pedir ayuda no es de débiles, que hacerlo también es un acto de valentía.
Gracias a quienes me enseñaron a quererme, a confiar en mí, y a sanar.
A quienes me ayudaron a superar mis miedos cuando yo sola no podía y en este proceso estuvieron a mi lado.
Y gracias, especialmente, a quienes me hicieron descubrir que la familia no es solo la sangre, que también está hecha de recuerdos, cariño, amor y apoyo incondicional. La familia que uno elige también cuenta, y vale muchísimo.
🎂 Feliz cumpleaños para mí.
Gracias vida por tanto.
Gracias a mí por no rendirme.
Y gracias a cada persona que, de una forma u otra, ha dejado huella en mi camino.
Gracias vida por todo este camino.
Las Cositas de Paola

